Leopoldo López sigue y seguirá preso hasta que a Nicolás Maduro le de la gana. A estas alturas nadie, dentro del Poder Judicial, el Ministerio Público o el Cicpc ha logrado vincular al dirigente político con las evidencias colectadas el 12 de Febrero en toda la zona de Candelaria, donde ocurrieron las protestas.
Lo que si lograron determinar los expertos e investigadores de la policía científica es que en uno de los teléfonos que el Ministerio Público pretende utilizar como evidencia contra López, fueron hallados 56 SMS, recibidos el 12 de febrero, enviados por el PSUV, a nombre de Nicolás Maduro, haciendo propaganda a favor de la "revolución", es decir, el vínculo es con el partido de Gobierno, no con Leopoldo López.
Esta información fue dada a conocer de manera extraoficial por funcionarios del Cicpc vinculados con la investigación y corroborada por el abogado defensor de López, Juan Carlos Gutiérrez, quien además explicó que tampoco permitieron que se hicieran las pruebas que la defensa presentó para defender al trofeo que la fiscal Luisa Ortega Díaz le entregó al presidente Maduro.
Una de las pruebas desestimadas fue la identificación de unas huellas dactilares latentes colectadas en un envase de bencina Zippo, hallado justo al lado de una de las unidades del Cicpc que fue quemada el día que iniciaron las manifestaciones, en Parque Carabobo. Con la identificación de esas huellas dactilares se hubiese podido identificar al autor material de la quema del vehículo oficial, pero no... fue mejor desestimarlo y mantener el guión que coloca a Leopoldo López como el supuesto autor intelectual de todo lo ocurrido, a pesar de que hasta ahora no hay ningún elemento criminalístico que lo señale.
Pero eso, para el Ministerio Público y para el tribunal que lleva la causa no importa. Lo que importa es mantener a Leopoldo preso todo el tiempo que sea posible, no importa lo que digan los organismos internacionales, lo que piense la gente, lo que el Derecho establezca. Nicolás le tiene miedo. Tanto miedo que premió a Luisa Ortega Díaz, dejándole el cargo de Fiscal General de la República, después que la señora le puso en bandeja de plata la novelesca imputación de Leopoldo, en la que le achacaban una cantidad de delitos que evidentemente no pudo haber cometido con el micrófono que alentó a la gente a ir a la Fiscalía el 12F.
En la causa contra Leopoldo también desestimaron los testimonios que podíamos ofrecer ante el tribunal algunos periodistas que cubrimos lo ocurrido en Candelaria durante ese día. La Fiscalía simplemente no nos citó a declarar.
Leopoldo López seguirá preso. Será enjuiciado en ausencia y su defensa hará todo lo humanamente posible por demostrarle a la fulana juez que con un discurso no se cometía delito; que opinar distinto y adversar al Gobierno no es ilegal, que eso se llama Democracia.
La filtración de esas evidencias tiene en la cuerda floja a la directiva del Cicpc, porque para el Gobierno no es buena idea que se sepa que las vinculaciones de los que provocaron el caos y la violencia, desde el 12F en adelante, eran de ellos mismos: gente vinculada al PSUV, miembros de los grupos armados, esos que ahora llaman a sabotear la gestión de Nicolás Maduro, pero que no son perseguidos, porque al final, los que ahora detentan el Poder saben que si esos grupos que ellos mismos armaron se alzan, de ellos no quedará sino el mal recuerdo...
Lo mejor de todo lo que pasó, del proceso viciado contra Leopoldo López, es que es otro flanco abierto para un Gobierno que en este momento está arrinconado con una crisis económica, política e institucional incalculable. Esto les va a salir caro, porque en este momento está con agua al cuello. En Venezuela no hay independencia de Poderes, pero si hay un montón de venezolanos cansados de la escasez, de la inseguridad, de que ninguna institución le de respuestas y mucho menos garantías. Solo falta una chispa... #YadijeYa
Lo que si lograron determinar los expertos e investigadores de la policía científica es que en uno de los teléfonos que el Ministerio Público pretende utilizar como evidencia contra López, fueron hallados 56 SMS, recibidos el 12 de febrero, enviados por el PSUV, a nombre de Nicolás Maduro, haciendo propaganda a favor de la "revolución", es decir, el vínculo es con el partido de Gobierno, no con Leopoldo López.
Esta información fue dada a conocer de manera extraoficial por funcionarios del Cicpc vinculados con la investigación y corroborada por el abogado defensor de López, Juan Carlos Gutiérrez, quien además explicó que tampoco permitieron que se hicieran las pruebas que la defensa presentó para defender al trofeo que la fiscal Luisa Ortega Díaz le entregó al presidente Maduro.
Una de las pruebas desestimadas fue la identificación de unas huellas dactilares latentes colectadas en un envase de bencina Zippo, hallado justo al lado de una de las unidades del Cicpc que fue quemada el día que iniciaron las manifestaciones, en Parque Carabobo. Con la identificación de esas huellas dactilares se hubiese podido identificar al autor material de la quema del vehículo oficial, pero no... fue mejor desestimarlo y mantener el guión que coloca a Leopoldo López como el supuesto autor intelectual de todo lo ocurrido, a pesar de que hasta ahora no hay ningún elemento criminalístico que lo señale.
Pero eso, para el Ministerio Público y para el tribunal que lleva la causa no importa. Lo que importa es mantener a Leopoldo preso todo el tiempo que sea posible, no importa lo que digan los organismos internacionales, lo que piense la gente, lo que el Derecho establezca. Nicolás le tiene miedo. Tanto miedo que premió a Luisa Ortega Díaz, dejándole el cargo de Fiscal General de la República, después que la señora le puso en bandeja de plata la novelesca imputación de Leopoldo, en la que le achacaban una cantidad de delitos que evidentemente no pudo haber cometido con el micrófono que alentó a la gente a ir a la Fiscalía el 12F.
En la causa contra Leopoldo también desestimaron los testimonios que podíamos ofrecer ante el tribunal algunos periodistas que cubrimos lo ocurrido en Candelaria durante ese día. La Fiscalía simplemente no nos citó a declarar.
Leopoldo López seguirá preso. Será enjuiciado en ausencia y su defensa hará todo lo humanamente posible por demostrarle a la fulana juez que con un discurso no se cometía delito; que opinar distinto y adversar al Gobierno no es ilegal, que eso se llama Democracia.
La filtración de esas evidencias tiene en la cuerda floja a la directiva del Cicpc, porque para el Gobierno no es buena idea que se sepa que las vinculaciones de los que provocaron el caos y la violencia, desde el 12F en adelante, eran de ellos mismos: gente vinculada al PSUV, miembros de los grupos armados, esos que ahora llaman a sabotear la gestión de Nicolás Maduro, pero que no son perseguidos, porque al final, los que ahora detentan el Poder saben que si esos grupos que ellos mismos armaron se alzan, de ellos no quedará sino el mal recuerdo...
Lo mejor de todo lo que pasó, del proceso viciado contra Leopoldo López, es que es otro flanco abierto para un Gobierno que en este momento está arrinconado con una crisis económica, política e institucional incalculable. Esto les va a salir caro, porque en este momento está con agua al cuello. En Venezuela no hay independencia de Poderes, pero si hay un montón de venezolanos cansados de la escasez, de la inseguridad, de que ninguna institución le de respuestas y mucho menos garantías. Solo falta una chispa... #YadijeYa
Thabata,
ResponderEliminarUna lástima que no escribas con más regularidad porque me gusta tu forma de narrar la historia.
Saludos,
Julio V. Alfonzo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGood evening,
ResponderEliminarI would like to invite you to read the following interview with Laurence L.
Née pour être journaliste!
http://saltmin.com/2016/02/20/laurence-lemoine-una-vida-de-periodista-2/
Thank you and have a wonderful weekend!
Octavian D.C.
http://saltmin.com/2011/08/05/phoenix-based-journalist-octavian-curpas/